Asesinato en Pichanaki

Repudiable. Con el macabro hallazgo de sus restos óseos parcialmente calcinados se develó el misterioso caso de la desaparición de las hermanas Sahori Isamar (11) y Zullit Tesalit Villacorta Arévalo (14), ocurrido en Pichanaki en noviembre 2008.La madre, con fecha 17 de noviembre, registró la denuncia en la comisaría de Pichanaki, también Correo en esas fechas publicó ampliamente este caso.El paciente trabajo de inteligencia de los efectivos de la PNP Comisaría de Pichanaki SOB PNP Wilson Sánchez, SOT1 PNP José Maraví y SOT2 Juan Huamán, dirigidos por el mayor PNP Alex Mori Torres, comisario de Pichanaki, permitieron esclarecer este hecho que conmocionó a la población de Pichanaki.

Luego de 9 meses se determinó que las menores fueron cruelmente asesinadas por su padrastro identificado como Marco Noé Ticona Ezcurra (30) quien confesó su crimen tras los interrogatorios ante las autoridades policiales y del Ministerio Público.DISCUTIERON. Este macabro asesinato, según testimonio del propio homicida, ocurrió la madrugada del 11 de Noviembre 2008, en el interior de su precaria vivienda que tenían en la parte posterior, al interior del aserradero Pichanaki, ubicado en el Jr. 7 de Junio 1420; en donde este sujeto trabajaba como guardián.Las hermanas Tesalit (14) y Sahori (11), llegaron a su vivienda a las 3 de la mañana, encontrando a su padrastro solo, pues su mamá Luz Violeta Arévalo Iguaraqui ((43) y hermana mayor se encontraban de viaje.El padrastro airado les increpó por la demora de su llegada y luego de un cruce de palabras y discusiones las estranguló y asfixió a ambas, trasladando luego sus cadáveres hacia unos galpones de ladrillo kin kong, de un metro de altura con piso de concreto, que anteriormente servían para la crianza de chanchos, ubicados en el lado izquierdo a 30 metros aproximadamente de su vivienda.Fue allí que este sujeto les roció con kerosene, aceite y les prendió fuego, incluso adicionó una llanta de moto encima de los cadáveres para que el fuego no se extinguiera fácilmente, de esta forma pretendió calcinar totalmente los dos cuerpos de las hermanas agregándole posteriormente aserrín, con el cual habría tapado los restos óseos.

DESCUBREN RESTOS. Sin embargo, como no existe crimen perfecto, efectivos de la Comisaría de Pichanaki, que sospechaban directamente del padrastro y gracias a las labores de inteligencia, lograron ubicar estos restos óseos y con la presencia del médico legista, Rolando Camargo y el fiscal penal Felipe Elías Silva, de La Merced, Chanchamayo procedieron con el acto de levantamiento y recojo de los restos óseos .Los cadáveres de las niñas fueron hallados parcialmente calcinados, en posición de cúbito dorsal; la madre presente en este acto pudo reconocer algunas de las prendas de las víctimas como un reloj pulsera.

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