
Daniel Carbajal. Iquitos.
Alianza tenía que asumir que este partido era decisivo y vital para recuperar el paso en el Descentralizado, que había que afrontarlo con dientes apretados , pensando en luchar cada pelota dividida y sin renunciar al ataque. Y así fue, porque el equipo victoriano se fue del Max Austin con la cabeza en alto y la sonrisa amplia tras lograr una merecida victoria (2-1) sobre el CNI que careció de argumentos para tomar el rol protagónico de la contienda.
Alianza sumó 48 puntos y sueña con seguir en línea ascendente. El cuadro victoriano durante la primera etapa se hizo intratable cuando sus principales figuras conjugaron sus cualidades futbolísticas. Óscar Vílchez para la distribución, Henry Quinteros para el toque en velocidad y precisión y Wilmer Aguirre en la definición.
El libreto del equipo blanquiazul fue distinto al de otros compromisos. Se olvidó de jugar al pelotazo y apostó por circular el balón con criterio sobre el medio sector de la cancha. Los íntimos apelaron a los constantes cambios de frente para complicarle la vida a un CNI que no sabía qué hacer para despertar.
El primer gol victoriano se concretó a los 6 minutos por intermedio de Wilmer Aguirre, quien definió bien a la salida de Héctor Hernández tras recibir un pase de Henry Quinteros, que se erigió como la figura del partido no solo por su toque y gambeta sino también por su golazo de tiro libre a los 35 minutos para poner el marcador 2-0 a favor de los de La Victoria.
El árbitro Roberto Mauro no tuvo piedad de José Moisela y Paulo Ramos y los mandó a las duchas antes de que concluyera la primera etapa. CNI intentó reaccionar en la etapa complementaria. César 'Chalaca' Gonzales replanteó su esquema táctico y ordenó a los suyos buscar el arco contrario. José Herrera descontó de cabeza a los 2 minutos y le puso dramatismo a esta historia que tuvo un final feliz para los victorianos a pesar de las ganas que se inyectó en las venas el cuadro local en busca de igualar las acciones.
Sin duda este triunfo obtenido ante CNI sirve para aplacar los ánimos y darle tranquilidad al equipo de Gustavo Costas para afrontar la recta final del campeonato y la liguilla final.
El semáforo
Moisela. Apeló al juego brusco, lució desordenado en su sector. Vio la tarjeta roja.
Soto. Lució apático en la primera mitad, luego creció y puso en jaque a la defensa victoriana.
Quinteros. Generó peligro, puso la pausa y anotó un buen gol. (Edición impresa La República)
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